20081020

La cuesta arriba no docente

De los tres mil no docentes que tiene la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), menos de dos mil están afiliados a la Asociación Gremial San Martín. En la actualidad, el gremio no presta ningún servicio y esto ocurre desde hace bastante tiempo, en coincidencia con la desafortunada gestión de su histórico caudillo Carlos Vallejos y de sus más estrechos colaboradores. Basta citar que en 24 años de gestión, el gremio no docente perdió su sede (hoy alquila una casona en calle La Rioja) y parte de sus ingresos por contribución de los afiliados está embargada por diferentes causas judiciales. La propia Casa de Trejo es acreedora en una de ellas, ya que se presentó como querellante en el proceso que desembocó en la condena de Vallejos por administración fraudulenta y que luego terminó con la exoneración del ahora ex dirigente. Aun así, los afiliados volvieron a confiar en la vallejista Agrupación Sanmartiniana, que ganó con amplitud las recientes elecciones, a las que fue en alianza con sectores con los que históricamente estuvo enfrentada. ¿Cuál es la explicación? Objetivamente, ninguna otra que la que tiene que ver con la supervivencia de los dirigentes no docentes en la conducción gremial. Si no, ¿cómo se explica que el Frente de Trabajadores Universitarios (FTU), la vertiente kirchnerista dentro de la UNC, se haya aliado a Vallejos, cuando fue este espacio el que propició la intervención del gremio con su denuncia por irregularidades en las elecciones anteriores? Pero las paradojas no terminan ahí. El FTU tiene como referente a la diputada nacional Patricia Vaca Narvaja, quien tiene llegada directa a la rectora Carolina Scotto. En ese contexto, no es casualidad que la presidenta Cristina Fernández haya elegido a Scotto como anfitriona en una de las últimas veces que vino a Córdoba, el año pasado, y tampoco son infundadas las versiones sobre el ofrecimiento de una candidatura a diputada nacional para la primera dama universitaria. El “silogismo” continúa así: los dirigentes del FTU van en alianza con la agrupación de Vallejos, exonerado por Scotto. Y ahí nomás aparecen agrupaciones como el MUN (Movimiento Unido de No docentes) y la Agrupación Verde y Blanca, otrora acérrimos rivales del vallejismo. Asoma Esparza. Para ser justos, hay que decir que Aldo Esparza, el flamante secretario general no docente, es un hombre de la Facultad de Derecho que se convirtió en el punto de convergencia de sectores antagónicos. Esparza nunca negó su vínculo con Vallejos, pero reconoció que habrá otro estilo de conducción, menos ligado al caudillismo y más cerca del “equipo de trabajo”. Habrá que observar qué grado de independencia logra respecto del líder sindical. “Con sus virtudes y defectos, Carlos es un hombre que conoce muy bien a los no docentes. Su asesoramiento es muy importante para esta gestión; no se puede prescindir de él y de su experiencia en el gremio. Lo que sí está claro es que intentaremos otro estilo de gestión”, señaló Esparza. ¿Qué significa esto para la Universidad? En primer lugar, la normalización del gremio no docente significa retomar el reencasillamiento, trabado por las 1.400 apelaciones de trabajadores que sintieron vulnerados sus derechos cuando pasaron al nuevo esquema administrativo. Ahora se podrá retomar la paritaria para terminar de definir este tema. Un importante referente de la nueva conducción señaló que en relación con las apelaciones, se analizará caso por caso “para no ser injustos” ni con los trabajadores ni con la Universidad. “Hay situaciones que merecen revisarse y otras que tal vez no corresponda”, dijo. Cuánto tiempo más llevará. Está pendiente el resultado de una auditoría, para conocer el real estado de las finanzas del gremio no docente. En un primer momento hubo versiones sobre deudas varias veces millonarias, que ahora parecen tener menos volumen. Walter Palavecino, flamante secretario de organización, y referente K del espacio político que conduce el gremio, dijo que a pesar de las dificultades, hay solución. Admitió que llevará tiempo sanear la entidad, pero aventuró que en un año “podría verse alguna luz”. “Lo primero que hay que hacer es legitimar al gremio ante sus afiliados y volver a ofrecer servicios. Ese es el primer paso para luego empezar a discutir con las autoridades condiciones de trabajo, la situación de los 500 contratados y la nueva política de recursos humanos. Nos parece que se acabó la forma discrecional de nombrar agentes no docentes. Queremos que haya otro mecanismo, que no tenga que ver con el reparto de cargos como botín electoral”. En relación con el caso Vallejos, reconoció que el asesoramiento del ex secretario general fue muy importante. “No vamos a ocultar los errores que tuvo la gestión de Vallejos, pero muchos de los dirigentes que hoy lo critican se beneficiaron en ese tiempo. En algún momento, Carlos no tuvo más remedio que conducir el gremio en soledad, porque no había quién tomara el relevo de su liderazgo”. Otro dirigente de una de las agrupaciones de esta alianza admitió que la presencia de Vallejos en sus reuniones fue un tanto “surrealista”: “Vallejos estaba en reunión con sectores que históricamente siempre lo ‘mataron’ políticamente. Nos mirábamos y decíamos ‘Qué estamos haciendo acá’. Pero después pensábamos que el que tenía estómago para estar ahí con nosotros era el propio Vallejos. Nos sorprendió el poder de movilización que tiene... y que seguirá teniendo”. Este jueves será la asunción formal, con las autoridades de Fatun (la federación que nuclea a los no docentes de todo el país) en Córdoba. Después de eso, la nueva conducción gremial pedirá audiencia con la rectora Scotto.


Fuente: la voz del interior