Buenos Aires. "La leche derramada no será perdonada", advertían centenares de pancartas que portaban los empleados judiciales en la Plaza de Mayo, una expresión que configuró una síntesis del sesgo de rechazo a los empresarios agrícolas que tuvo el acto en la Plaza de Mayo. La Plaza de Mayo, como en otras ocasiones se volvió a colmar del típico folklore peronista de otros tiempos: columnas sindicales, organizaciones sociales, el peronismo del conurbano bonaerense, partidos aliados al kirchnerismo y gente de a pie. La presidenta Cristina Fernández realizó un discurso que osciló entre la convocatoria general a la ciudadanía y las críticas a los dirigentes agrícolas. En el acto, afiches, pancartas, banderas, cánticos, parodias improvisadas y muñecos que remedaban los rostros de los dirigentes rurales sirvieron como soportes para expresar el rechazo a ese sector. Otros prefirieron tomar prestado para sus pancartas el contenido de los afiches que las Madres de Plaza de Mayo pegaron horas antes del acto en la Ciudad. "No siempre se mata con balas", advertía la leyenda, acompañada por fotos de los dirigentes rurales, con una fotografía de camión arrojando leche a orilla de una ruta. En tanto, agrupaciones kirchneristas cordobesas realizaron un acto en la Plaza San Martín para apoyar al Gobierno Nacional. Estuvieron unas 400 personas.
