
Al arribar a la sede de los tribunales cordobeses, Vaca Narvaja recordó lo vivido cuando secuestraron a su hermano y ella estaba exiliada en México junto a su familia: "Fue muy duro. Sabíamos que ya se hablaba de la ley de fuga y que en cualquier momento podía suceder lo que sucedió".
Patricia señaló además que los genocidas "dejaron testigos pensando que iban a tener la impunidad eterna. Por suerte no ha sido así, por la lucha de todos los argentinos, y particularmente de las organizaciones de derechos humanos. Y agregó: "la memoria, la verdad y la Justicia no tienen marcha atrás en la Argentina, a pesar de que muchos sectores políticos, económicos, judiciales y eclesiásticos quisieron parar esto y que no se supiera".
En declaraciones a la prensa local, Vaca Narvaja señaló que la dictadura iniciada el 24 de marzo de 1976 en la Argentina contó con la complicidad de sectores económicos, políticos, judiciales y eclesiásticos. En ese sentido, la Embajadora indicó que “es importante que, aunque hayan pasado tantos años, esto se conozca y que, acá en Córdoba, se revele qué sectores convalidaron de alguna manera estos crímenes terroríficos que llevaron a cabo los que usurparon el poder en la Argentina en 1976. Está también saliendo a la luz, cómo algunos sectores vinculados a la justicia, fueron copartícipes, por lo menos, de no tomar en cuenta las denuncias que habían hecho en su momento los detenidos" respecto a las torturas y los asesinatos que se realizaban en la Unidad Penitenciaria Nº 1, ubicada en el Barrio San Martín de la Ciudad de Córdoba.
En otro orden, Patricia Vaca Narvaja destacó la actitud del Gobierno Nacional que "ha podido lograr que se lleven a cabo estos juicios”, aquí en Córdoba y el todo el país